¿Quiénes somos? ¿De dónde venimos? ¿A dónde vamos?
¿Quién soy?
Es muy agradable creer que somos aquel que nos dijeron que éramos y nos lo creímos. Realmente pienso que es necesario destruir esas imágenes, especialmente familiares y religiosas que nos convirtieron en alguien que no somos. Es una tarea muy difícil pero posible, lo primero es ver y solamente ver como reaccionamos interiormente cuando nos relacionamos con los demás, poco a poco nos vamos dando cuenta de quienes somos y podemos observarnos a la luz de una realidad completamente opuesta a la que nos enseñaron pero muy interesante por que es que eso es lo que somos.
Algunas veces queremos negar la evidencia pero la realidad es terca y nos llega cada vez que estamos interesados en observarnos.
¿De dónde venimos? ¿A dónde vamos?
Fui, sin duda alguna, un niño feliz, lo único que me amargaba ocasionalmente era el deseo de “ser grande”, no sabía que era eso pero lo deseaba a veces. No recuerdo lo que quería ser en esa época, seguramente bombero o policía pero tiene tan poca importancia que nada conserva mi memoria. Al final de mi adolescencia quería ardientemente tener un romance de esos que nos enseñaban las películas y perseguí esa utopía durante toda mi vida. En otro campo, cuando estaba en cuarto de bachillerato soñé con ser un gran matemático y me esforcé algunos meses en capacitarme a fondo por serlo e hice algunos progresos, después quise ser un gran químico y no recuerdo a que otra cosa aspire. La verdad es que no tuve el romance, no fui un matemático, ni siquiera estudie química, estudie ingeniería eléctrica, terminé matemáticas y trabaje toda mi vida como programador de computadores.
Si alguna vez me hubiera puesto en el trabajo de documentar Mi Visión y Mi Visión, dudo que hubiera hecho algún esfuerzo persistente por llevarlas a buen término.
Me convertí, muy a mi pesar, en alguien que nunca quise ser y transité por esos caminos durante muchos años, nada pude hacer para cambiar mi camino y ninguno de los que trató de llevarme a otra parte lo logró.
Durante todos esos años tuve experiencias que me mostraban que estaba en el lugar equivocado y a pesar de ello siempre volvía a lo único que conocía cuando por cualquier circunstancia me aleja temporalmente de ello. Me vi al borde de la muerte varias veces y por alguna razón conservé la vida. Es un período tan largo e incomprensible que racionalmente nadie, y mucho menos yo, alcanzaría a entender que razones me llevaron allá y mucho menos porque permanecí tanto tiempo.
Aparecí, cuando menos pensé en el municipio de Fredonia y allí encontré mi camino, pasé por institutos educativos pueblerinos, por minas de carbón, por almacenes de pintura y sigo caminando para por fin llegar a quien sabe donde.
¿Somos los dueños de nuestro destino o somos marionetas de algo más fuerte que hace con nosotros lo que quiere? Por supuesto no tengo la respuesta para esa pregunta tan simple.
No hay comentarios:
Publicar un comentario