sábado, 21 de febrero de 2009

EL DINERO

EL DINERO


El dinero de alguna manera es un síntoma de la manera como nos relacionamos con los demás y con nuestro entorno.

Es un poderoso medio de comunicación y lo utilizamos sin darnos cuenta. Los estudios que hay alrededor de este tema deben ser numerosos. Nunca estudie nada sobre el pero mi vida estuvo marcada por el uso que le di.

Cuando aprendí que con el dinero se podían comprar cosas lo recogía para comprar las que deseaba y nunca falle en mi propósito. Tenía, por si decirlo una relación sana con el famoso estiércol del diablo. Así seguí en mi adolescencia y el comienzo de mi juventud.

Por mi experiencia conocí los siguientes grupos de personas:

Botarates: No pueden tener un peso en el bolsillo, lo desperdician de manera casi siempre absurda.
Exhibicionistas: Se gastan todo lo que tengan siempre y cuando los estén viendo. Del comportamiento de este tipo de personas debió surgir el dicho: luz de la calle y oscuridad en la casa. Se diferencia del botarates en que cuando no lo ven lo cuida.
Avaros: Su fin es acumular el dinero, no usarlo.
Amarrados: usan el dinero para lo primordial. No se le ocurra pedirle un favor económico, siempre tienen a mano la excusa perfecta para no hacerlo.
Señores claro que si, por temor a ser rechazados están dispuestos siempre a servirle a quien se los pida. No manejan ni el dinero ni la vida.
Los ambiciosos, por ganar meritos para el cielo, Dios paga el mil por uno, están dispuestos a sacrificarse por el que los necesite.
Los normales, le sirven a los demás de acuerdo a sus afectos y posibilidades.
Los moralistas, no hacen un favor económico por temor a perjudicar al beneficiario, seguro el dinero será mal usado.
Los generosos, es un grupo bastante reducido, pero conocí varios de sus miembros, siempre que pueden le sirven a los demás sin retribución alguna. Se diferencian de los normales en que olvidan, si olvidan, los favores que hacen.
Los desorganizados, viven haciendo planes para manejar bien el dinero y nunca lo logran.
Los organizados, manejan bien el dinero, incluso sin necesidad de hacer planes.
Los controladores, no dan puntada sin dedal, manejan a los demás por medio del dinero.

domingo, 15 de febrero de 2009

ENSEÑANZAS

¿Uno cuando y como aprende? Una de las dudas que siempre tuve fue sobre en que momento aprendí a multiplicar... Sólo recuerdo las muchas tareas que me ponían en el colegio y que yo tenía que hacer con la supervisión de mi papá. Cuando menos pensé, y después de mucho trabajo, ya me sabía las tablas a la perfección, incluyendo por supuesto la del siete. Sobre como aprendí a caminar si no recuerdo nada, pero si algo del proceso de mis dos hijos mayores y eso es un poco más difícil que aprender a multiplicar aunque también dura, en las mujeres, más o menos un año. De hablar, ese si es un proceso que dura toda la vida. Aun recuerdo como a sus 4 o 5 años mi hijo mayor me decía, “papi, correte que el abuelo va a descentrar el carro” Realmente su lenguaje aun conserva algunos de estos giros que denotan mucha creatividad.

En cuestiones del proceso enseñanza aprendizaje es muy importante indagar por el maestro. Si le tenemos confianza, aprender es un juego, en caso contrario, simplemente aprendemos lo contrario de lo que tratan de enseñarnos, especialmente si se trata de enseñanzas “para la vida”

Pienso que para los tercos que tenemos tantas dificultades con el aprendizaje no hay nada que más nos enseñe que una crisis a un nivel profundo. Para nosotros no hay otra manera. Algunos tenemos la suerte de aprender a tiempo, otro no la tienen . Mi hermanita la menor dejó el cigarrillo tres días antes de morirse “para ayudarle a la medicina” según sus propias palabras. Si me pongo a contar los muertos que conocí haciendo lo que yo hacía no acabo, y si cuento los que contamos la historia, sobran dedos en la mano.

lunes, 9 de febrero de 2009

LA MUERTE

Existen versos sobre la muerte tan hermosos como los escritos por León de Greiff, digo hermosos aunque no se esté de acuerdo con algunos de sus contenidos.
Los más bellos, para mi gusto, son los primeros:

¡Señora Muerte que se va llevando
todo lo bueno que en nosotros topa!...
Solos —en un rincón— vamos quedando
los demás... ¡gente mísera de tropa!

Y los últimos:

Este fastidio que me está matando...
¿Dónde las almas íntimas, hermanas...?
¡Señora Muerte se las va llevando!

Lo cierto es que nos vamos muriendo todos, tanto los que nos parecen inmoribles como los llamados buenos muertos. Como quisiera poder ver y conversar con algunos de mis muertos, pero es claro que tenemos que aprovechar es a los vivos.

Es extraño, pero a quién más añoro es a Tirso Castrillón, su compañía en los últimos años de su vida dejó en mi una profunda huella. Su generosidad sin límites, su bondad envuelta en un aparente despotismo y su ácida crítica a tantas cosas establecidas me enseñaron tanto como las partidas de ajedrez que jugamos.

Magola, mí querida hermana Magola, como quisiera verla una última vez, pero ya no es posible. Ricardo su hijo…

También está mi viejo amigo Ivan Darío, al ver su cadaver senti un estremecimiento que me deconcertó por imprevisto.
Verdaderamente no son muchos mis muertos. De pocas muertes estoy tan agradecido como de la de mi madre, murió en el momento preciso. Tal vez pudo morir un año antes, no lo se.

No quisiera ser profeta de mi muerte. La busque durante tantos años que no es una extraña para mí. Hoy en día me he reconciliado con la vida y con personas que siempre he querido y no me siento apegado a la vida, aunque la disfruto mucho.

sábado, 7 de febrero de 2009

EXPLOTADORAS

Si quisiera definirlas, diría que son mujeres que se dedican a gastarse la plata de un hombre que no les interesa mientras se divierten con otro.

He oído hablar mucho de ellas pero no conozco ninguna y por increíble que parezca si conocí dos explotadores y los dos relacionados con mujeres que me importaban.

Hace muchos años conocí una mujer con la cual me gaste una pequeña herencia, sin embargo nunca podría aplicarle este termino, cierto que se gastaba la plata conmigo, pero no la aprovechaba en su único beneficio y además no le importaba ningún hombre.
Estaba conmigo, y con cualquiera que le pagara, por razones que aun hoy no comprendo. La única razón que no se dio para estar conmigo era que le gustara. Me demostró siempre cero interés, puedo decir que nos gastamos mi plata contra su voluntad. De por lo menos mil veces en que nos acostamos, tranquilamente pudo leer la prensa novecientas noventa y ocho mientras me desesperaba inútilmente por despertar su interés. Sólo lo hizo en dos ocasiones, y soy tan conforme que considero que esas dos ocasiones valieron la herencia que desperdicie.

Aunque siempre pensé que se había alejado de mí, hoy en día creo que me llene de pánico cuando tuvo un hijo y no volví a verla durante muchos años. Conmigo, la verdad no consiguió un peso, aunque si nos gastamos bastantes. Lo único que le quedó di mi mocedad fue una pequeña esclava de oro que le deje cuando para alejarme de ella me fui para Méjico. Sobra decir que a los quince días estaba aquí buscándola en su pueblo natal porque después de mi viaje se retiro de su negocio y se ajuició durante los quince días que me alejé.

Después de perderme, siguió explotando sus atractivos físicos que eran bastantes en la bella villa. Un año después se fue para Panamá y allí desempeño brillantemente su profesión, consiguió con que comprar casa en el Poblado donde vive hoy en día como la excelente dama que es. No puedo menos que reírme de mi pobre vieja, quien al enterarse de que tenía casa trato de que retornara a los viejos amores que nunca aceptó en mi lejana juventud. Verdaderamente fui injusto con ella cuando le dedique en tantas de mis rascas la bien paga y la bruja de Arienzo.